sábado, 17 de mayo de 2014

CANON DE BELLEZA DE LA MUEJER DESDE LA PREHISTORIA A EL SIGLO XXI

  DESDE LA PREHISTORIA AL S. XXI

LA PREHISTORIA (40.000 – 5000 a.C.)
En la época prehistórica y mas concretamente en la Edad de Piedra ya
existía un  canon de belleza sobre las mujeres, puesto que en aquellos
tiempos lo mas importante para las personas era la supervivencia y el
crecimiento de los asentamientos nómadas.
Las mujeres ideales de esta parte de la historia eran mujeres con los
órganos reproductores muy marcados (pechos, vientre, caderas anchas…)
para que a la hora del alumbramiento les resultase mas fácil y no
muriesen durante el parto ni la mujer ni el niño. Aunque quizás eran
estas mujeres las que escogían con que hombres querían formar una
familia.

EDAD ANTIGUA:

GRECIA (S. VIII – I a.C.)
En esta epoca un cuerpo es considerado como bello cuando todas sus
partes están proporcionadas a la figura entera, tanto en las mujeres
como en los hombres cuya belleza se basaba en la simetría. Claro esta
que a pesar de esto, hay algunas diferencias entre el ideal femenino y
el masculino debidas, a la concepcion cultural.
Las esculturas de las mujeres, aunque proporcionadas, representan a
mujeres más bien robustas y sin sensualidad, los ojos eran grandes, la
nariz afilada, boca y orejas ni grandes ni pequeñas, las mejillas y el
mentón ovalados, pues daban un perfil triangular; el cabello ondulado
detrás de la cabeza, y los senos pequeños y torneados.

EDAD MEDIA (S. V – XV)

En la Edad Media, nos encontramos con un ideal de belleza impuesto por
las invasiones bárbaras, las cuales mostraban la belleza nórdica de
ninfas y caballeros, como podemos apreciar en la pintura.
El ideal de belleza de la época, a sido  tantas veces pintado, que nos
resulta ya muy conocido, la mujer medieval muestra blancura en la
piel, cabellera rubia y larga pese a que el pelo suele estar recogido,
rostro ovalado, ojos pequeños pero vivos y risueños, nariz pequeña y
aguda, labios pequeños y rosados, torso delgado de complexión ósea
como corresponde a las nórdicas (caderas estrechas, senos pequeños y
firmes, y manos blancas y delgadas). La blancura de la piel era un
símbolo de belleza muy importante  ya que era un indicador de la
pureza de la mujer


EL RENACIMIENTO (S. XV – XVI)

Las características femeninas son bien conocidas: piel blanca,
sonrosada en las mejillas, cabello rubio y largo, frente despejada,
ojos grandes y claros; hombros estrechos, como la cintura; caderas y
estómagos redondeados; manos delgadas y pequeñas en señal de elegancia
y delicadeza; los pies delgados y proporcionados; dedos largos y
finos; cuello largo y delgado; cadera levemente marcada; senos
pequeños, firmes y torneados; labios y mejillas rojos o sonrosados. En
la época tan solo usaban maquillaje como el colorete y el carmín para
esos tonos rosas de la cara. Aunque donde si encontramos diferencias
con épocas anteriores es en el vestido ya que es bastante ostentoso. A
pesar de eso a los renacentistas, en su afán por mostrar la perfección
corporal, les gustaba mostrar la desnudez de los cuerpos en muchas de
sus obras.


EL BARROCO (S. XVII – XVIII)

La época del Barroco estuvo caracterizada por se la edad de la
apariencia y la coquetería. Las cortes europeas enfatizaron su poder
mediante el arte de la apariencia y la fastuosidad.
La Ilustración del siglo XVIII puso fin a estos hechos e impuso la
sobriedad en las formas, aunque a pesar de esto no abandonaron muchos
de estos hábitos adquiridos. Un  ejemplo de esto, es el uso de las
pelucas tanto para los hombres, como para las mujeres.
Aunque lo que mas destaca de esta época el uso y abuso tanto de
perfumes, carmines, lunares postizos o pintados y  peinados  muy
pomposos, como el uso por prendas de vestir como corsés muy ceñidos al
cuerpo, encajes, ropas suntuosas, zapatos de tacón, y espejos y joyas.
En definitiva se puede clasificar a este periodo  como la época del
abuso de la coquetería y la pomposidad al fin y al cabo.
No en vano, nació la palabra “maquillaje” y se extendió por varias
lenguas, en muchas ocasiones era un sinónimo de truco y engaño. Por lo
que puede clasificarse el ideal de belleza femenino, como bastante
artificial.
En cuanto al aspecto físico, se pueden adivinar bajo los ropajes unos
cuerpos más rellenitos que en épocas anteriores, pechos más
prominentes resaltados por el uso de los corsés, caderas anchas y
cinturas estrechas, hombros estrechos y brazos redondeados y carnosos,
la piel blanca sigue siendo un referente de belleza.


ROMANTICISMO (finales XVIII y mediados XIX)

Nace en Reino Unido y Alemania. Se opone totalmente a la etapa
anterior. Rompe con el clasicismo. Le da prioridad a los sentimientos
y por ello rompe con las normas estrictas del arte y belleza griegos.
Este movimiento artístico y cultural es una manera de sentir y
concebir la naturaleza, la vida y al hombre que se representa de
manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla. Aunque
dentro de una misma
nación se pueden manifiestar diferentes tendencias inspirándose en
todas las artes.
La belleza se experimenta directamente, no es una belleza estética y
armónica, sino cambiante. Bello puede ser todo, lo feo, lo grotesco,
lo extravagante, lo horrendo… Supuso un auténtico culto a la
irracionalidad.

EDAD CONTEMPORANEA


Años 10

Tras la guerra la mujer quería parecer enigmática y peligrosa. Su
corte de pelo era masculino contrastado con el uso de maquillaje.

Años 20
Las mujeres de hombros anchos y caderas delicadas, altas y delgadas.
Años 30

La mujer debía ser delgada, femenina, con aspecto atlético y cuidado.
Looks con encanto, sensualidad y misterio. Belleza madura de
movimientos felinos y mirada dormida; la mujer sacaba provecho de su
cuerpo y no lo ocultaba por prejuicios morales.
Lucir la piel morena era la tendencia. Se priorizaba la belleza interior.


Años 40
Tendencia a los colores oscuros, aunque no es de uso "obligado", como
consecuencia de la influencia en la sociedad de la II Guerra Mundial.
Se sigue llevando la mujer esbelta.

Años 50
mujeres muy anchas de cadera, con redondeadas y voluptuosas piernas,
además de pechos grandes. La cintura muy estrecha, lo que definía una
silueta muy contrastada abandonando el gusto por lo masculino. La
palidez dejó de llevarse, se pretendía una piel bronceada.

Años 60
La delgadez extrema era considerada como algo necesario para ser una
“chica 10”. En esta época no existió un giro en el cánon sino que los
Mods, los Rockers y los Hippies. Con el movimiento hippie surgió un
canon desaliñado en el que el vello facial y corporal estaban bien
vistos. Las mujeres hippies no cuidaban su imagen personal ni su
higiene.

Años 70

Mujeres con estrechas caderas fueron el prototipo de belleza. El
cuerpo de la mujer se ve cada vez más delgado y estilizado, influido
por las vanguardias, las modas de la alta costura y la irrupción en
las pasarelas de nuevos diseños. Melenas con volumen. Sombras de ojos
coloridas.


Años 80

El cuerpo se muestra cada vez más y ya no sólo en verano. La gente
comienza a preocuparse más por su salud física

Preferencia por la delgadez extrema y los cuerpos rectos, más
parecidos a los del hombre como consecuencia de la importancia de la
mujer en la sociedad .

Años 90
Se comienza a hablar de bulimia y anorexia, trastornos alimenticios
fruto, en cierto modo, del canon de belleza casi imposible y reinante
y que muchas mujeres pretendían alcanzar.



Siglo XXI
En cuanto a la mujer, el canon de belleza se establece en mujeres
altas y extremadamente delgadas que poseen cualidades relacionadas con
la juventud y con capacidad de procrear, lo que convierte a la mujer
en persuasiva, deseable y con éxito sociable. Mujere con el pelo rubio
y aspecto frágil. Se busca una figura esbelta, con senos firmes,
simétricos y sólidos, con una altura superior a la media, piel tersa y
bronceada, ojos grandes, nariz pequeña, boca grande y labios gruesos,
vientre liso, pelo largo, piernas largas y torneadas y, sobre todo,
tener menos de treinta años. Vivimos en la sociedad que anhela la
eterna juventud: la figura firme, la forma intacta y el resto de la
vida por delante. Se siguen usando cosméticos, y además se arriesga
cada vez más la vida en operaciones de estética.

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